lunes, 15 de diciembre de 2008

De la Dama y su Escudero.




Dice la historia que fue linda princesa casadera del reino de Nabor, donde su padre concedió su mano al príncipe de Talion, un príncipe que sería nombrado rey después del casamiento.
Los preparativos del enlace tenían ocupado a todo el reino de talion, el príncipe mismo vigilaba los preparatorios aseverándose que todo fuese como atañe a tan digno acontecer.
Nadie se dio cuenta, pero un plan ruin se fraguaba en el mismo palacio, el arcipreste; personaje rodeado de negras leyendas; no estaba dispuesto a perder un reino que consideraba suyo por designio.
Con media guardia a su lado urdía su propósito a fin de impedir que el heredero fuera consentido rey, para ello tan solo tendría que reprimir la ceremonia…
Llego el día; donde la princesa tenía que partir al reino de Talion. Subió está en su carroza guiada por ocho corceles y partió sin demora a cumplir el mandato impuesto por su padre y rey. Pues ella, al príncipe nunca vio y esto la amedrentaba y a la vez creaba en ella el impulso de ver cuanto antes a su futuro marido.
Era un viaje largo y agotador por los arduos parajes donde se adentraban, al caer la noche detuvieron viaje en fonda donde saciar el hambre y dormir en bien.
No lo sabían pero eran observados por un lacayo del ruin arcipreste llamado señor Don Diego De La Itea, el cual veía como sus premisas se cumplían a cabal, todo acaecía según lo predicho.
Al día siguiente la comitiva se levanto temprano pues tendrían que atravesar el bosque del grito; bosque que debe su nombre al último decir de gente perdida; preparados para partir afrontaron no sin temor la entrada al bosque, se adentraban custodiados de sonidos inciertos de un mundo irreal repleto de sombras, sus cabezas giraban de un lado a otro como presagiando algo, la guardia decidió formar al lado de la carroza.
De repente la voz del caballero de la guardia sonó tajante
-alto la guardia.
Todos quedaron quietos intentando oír o ver un peligro el cual podian oler…
Un silbido, y una flecha encastro su hierro en el pecho del caballero desmontándolo de su caballo, sumiéndole en muerte.
Surgieron ruines de negro de entre la espesa penumbra enzarzándose en lucha voraz ante los incrédulos ojos de los de Nador.
Ante esto la princesa decidió escapar, bajando del carruaje se dirigió al interior del bosque en un intento de ocultamiento de los ojos malignos, pero mal momento escogió y fue mirada y perseguida por tres de aquellos ruines dándole caza al pie de un gran árbol, ella temió por su vida al ver levantar una espada sobre su cabeza y cuando esta bajaba un sonido de metal desvío su trayectoria. Alzando nuevamente la vista vio a un joven desarropado empuñando una espada desgastada y mellada que se enfrentaba a sus captores con fiereza y maestría, dando muerte al primero y tornándose contra los dos restantes sin importarle la lucha desigual, ayudado de las ramas parecía jugar con ellos hasta que dio muerte al siguiente y el restante prendió en huida despavorida, no lejos acabaron sus pasos, pues el joven lanzo su espada encontrando acierto en la espalda del huido.
-¿Quién sois voz? Pregunto la princesa…
Soy solo un escudero sin caballero, ni dama, oculto en estos bosques que traen cobijo y sustento a mi alma.
¿Es usted desdichado escudero?
La princesa sin quererlo quedo prendada del joven, de su dulzura y su porte.
-Si mi princesa, pues a quien defender no tengo ni a quien querer tampoco.
No demoremos mas la marcha princesa, pues su vida está en duda ante tales rufianes,
Permítame que le sirva de guía y escudo para salir de este bosque maldito.
Seguidamente el joven llamo a su caballo, subió en él y tendiendo la mano a la bella la acomodo en la grupa de Safin, un caballo negro de porte robusto, y partieron al fin del bosque hacia el reino de talion.
Ya a las puertas del castillo la dama bajo de safin, y se sintió mal, no por lo acontecido sino por dejar el abrazo al escudero.
Princesa su viaje termina aquí, y yo he de seguir mi marcha en busca de mi dama.
-Escudero detente, yo no puedo ser tu dama, pues al príncipe de talión he de ser dada, pero si puedes ser escudero de mi príncipe.
-No se ofenda mi dama, e de seguir camino si amarla no puedo.
La princesa quedo desconsolada pues su corazón marcho con su escudero, los siguientes días trascurrieron en su aposento en espera de la fecha en la cual debía ser presentada al príncipe.
Mientras se arreglaba para la cena no pudo más que pensar en el, en su escudero de cómo se enfrento a sus asaltantes, de su sonrisa, de su porte y del contacto con su cuerpo en el caballo. Debía olvidar esto aunque le inundara la pena, pues pronto seria desposada por el príncipe.
Ya en la puerta del banquete, fue anunciada, y seguidamente entro por sobre la alfombra temiendo mirar al frente ya no tenía ganas de conocer a su futuro esposo.
Y de repente una voz…
-Princesa tiene usted miedo de levantar la cara para mirarme.
Esa voz, lejos de darle miedo o incomodo le resulto familiar y querida, sin demora levanto su mirada y allí estaba él su escudero convertido en príncipe. Saltándose el protocolo de su presentación, corrió hasta llegar a su escudero y cayendo rendida en sus brazos le dedico un largo beso, con el que se juraron amor eterno.



De la Dama y su Escudero.

6 comentarios:

  1. Precioso el cuento de amor para tu enamorada..seguro que le encantará y caéra rendida a tus brazos.Siempre me han gustado las historias de príncipes y princesas.el amor nunca sabes de que manera llegará
    Un beso

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  2. Metroooooo....muchísimas gracias mi querido amigo, se que te sale del alma esta dedicatoria y haces que me emocione.
    Precioso cuento!!, espero algun dia abrazar a tus niñas y a ti, gracias de nuevo por este regalo, y por compartir tantas horas de letras y de cariño.
    un beso-lyria

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  3. Que hermoso cuento!!!
    Y que bueno que tenga este final, si, a veces no hay que juzgar ala ligera...podemos no ver de que modo viene vestido el amor...!!

    Me encantò, gracias por compartirlo!

    Abrazos...!!

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  4. SHEREZADE.Mi enamorada es en realidad mi amante literaria como solemos llamarnos y mis niñas, mis viejas marionetas de cordones desgastados que me ayudan a soñar con los cuentos que gente como vosotros traen a la vida, y mi pasión… Mi pasión es poder contarlos y vivirlos para los demás.
    .Saludos de un humilde cuentacuentos.

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  5. Ly me agrada verte por mi humilde casa, y respecto al cuento, es el primer cuento que he decidido escribir y contar. Siempre he contado cuentos e historias que los demás me han bridado, pero me faltaba algo…
    .Saludos de un humilde cuentacuentos.

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  6. Esta historia tiene toda la magia necesaria como para atrapar la atención del oyente...serán posibles esas historias hoy día?...o serán siempre parciales lso relatos de príncipes y princesas? jejje..recuerdo hace un tiempo, participé de una convocatoria para escribir en uno de mis blogs un "anticuento", tratando de desmitificar las historias tradicionales de princesas, precisamente por encontrar que puede ser contraproducente aquella imagen idealizada de los cuentos en los que ricos, bellos y buenos se contraponen a malos feos y tortuosos...fue una experiencia interesante, jejje...pero claro, reconozco el encanto incomparable de estas tiernas historias de amor principesco, jejeje

    Nos vemos!

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